jueves, 26 de agosto de 2010

El trabajo dignifica y si es extravagante más (Parte I)

Siempre hemos soñado con tener el trabajo ideal, el cual conlleva a ser un trabajo bien remunerado, horarios flexibles, hacer cosas que nos gusta y si es de vocación mucho mejor, tener buenos compañeros y sobre todo buenos jefes, resumiendo aspirarnos hacer una carrera laboral en una excelente y reconocida empresa en la que nos sintamos realizados personal y profesionalmente

Sin duda alguna estoy segura que siempre en algún momento de nuestra vida hemos salido escaldados y no todas nuestras experiencias han sido agradables y por supuesto no cumplen nuestras expectativas; cosa que no debería sorprendernos ya que de por si definiendo la palabra “trabajar” es sufrida .

Etimológicamente las palabras castellanas “trabajar” y “trabajo”, son castellano antiguo trebajare (esfuerzo, esforzarse), no derivan de la usual latina Labor, sino de tortura de la antigua Roma cuyo nombre era tripalĭum (consistía en un artilugio de tres palos, instrumento de tortura donde se ataba a los esclavos para apalearlos. Su origen nos habla de dolor, sufrimiento y sacrificio) y del verbo y del verbo tripaliāre (torturar o torturarse). Así que ya desde tiempos inmemorables ya el hecho de trabajar no era satisfactorio, si no una tortura. Ahora bien, el trabajo forma parte de nuestra existencia como seres humanos dentro de un sistema y lo necesitamos para vivir porque es nuestro medio de sustento; y nos satisface materialmente y espiritualmente.

No caeré en la polémica de discutir si un trabajo bueno o trabajo basura, depende de tener buena o mala suerte o de obtenerlo a través del esfuerzo, tomando en cuenta esto aún no tengo claro si la suerte te la buscas tú o te la da tú destino, eso quedaría para otra entrada, porque yo formo parte de las personas que cuando persiguen una meta la meta se le mueve, tal y como me dijo mi querida amiga, que ya para mi es una frase célebre que ya esta inmortalizada en un imán para mi nevera, la meta puede que la alcance como puede que no; pero si es afirmativo será por el camino más largo y mas sacrificado, expiando karmas que a veces son tan pesados como el cargar todos los karmas de la gente de todo el pueblo. Bueno siempre se ha dicho que lo importante es el camino y no el destino.

Por este mismo afán de superación y realización muchos emigran; en este caso citare historias que han sido vividas teniendo como destino España, en el intento de labrar un futuro por supuesto tarea nada fácil. En estas historias extravagantes, la protagonista es una chica que lleva en España más de 8 años, que vino a España solo con una maleta llena de ilusiones y muchas ganas de salir adelante, las anécdotas serán contadas en orden cronológico desde su llegada.

Desde el momento en que piso Madrid, ya su destino era la ciudad de Zaragoza; llego indocumentada sin permiso de residencia, no conocía a nadie y comenzó a buscar trabajo como la mayoría de los inmigrantes que en busca de progreso se ven atrapados en trabajos, mal retribuidos dentro de la economía informal, sin protección legal y social y por supuesto con inseguridad. Eran buenos años en España y aun se conseguía trabajo como ayudante domestica, cuidado de niños o ansíanos, a esto era a lo que más o menos podía aspirar por su condición de “sin papeles”. De nada valía tener títulos universitarios ni formación profesional. Actualmente en el marco de este contexto ya no solo se ven afectados los inmigrantes sino también todos los españoles por consecuencia de la crisis que vive España.

Teniendo 2 meses de ardua búsqueda iba caminando por las calles de Zaragoza, y coincide con una Sra. Que iba pegando carteles en diferentes sitios de la calle, este cartel decía: “Se buscan chica para cuidar niños durante el verano”. Leyó el cartel y la siguió hasta que se armo de valor para dirigirse a ella y explicarle su situación y pedirle una oportunidad de trabajo, la Sra. Amablemente le explico lo que quería y que haría otras entrevistas para luego escoger a la persona indicada, por suerte a los 3 días se puso en contacto y consiguió el trabajo.

EL trabajo consistía en ir dos horas al día 3 veces por semana, había que cuidar a dos niños; uno de 10 años y otro de 5 años, niños maravillosos, el menor era el que daba más trabajo porque era muy inquieto y hacia muchas travesuras, hasta el punto de un día tener que hablar con los bomberos porque el peque los llamo diciendo que había un incendio en la casa cuando era mentira, falsa alrma y por supuesto de obediencia ni hablar; costaba que hiciera caso, de esta manera obtuvo su primer empleo y su primer dinero.

Ya luego todo fue un boca a boca, una vez que ya se conocieron más esta señora le dio más horas para que dedicara a la limpieza, y le consiguió horas con un amia y su madre de limpieza también, así más o menos se hacía 10 horas semanales no era mucho pero por lo menos le daba para el sustento. Así transcurrió prácticamente 8 meses. A través del periódico de la ciudad consiguió otras horas en un bar haciendo la limpieza 3 veces a la semana, en conclusión pasaba todo el día de casa en casa de autobús en autobús.

Un fin de semana estando trabajando en el bar por la mañana a la hora del vermut, falto una camarera, la dueña le pregunto si se atrevía a meterse en la barra para ayudar con la vajilla, luego fue tanta la cantidad de gente que acudió allí que termino aprendiendo a echar cañas y colocando cafés, todo en una mañana, este fue el comienzo de otra etapa.

Siguió haciendo las limpiezas pero cada vez iba metiendo mas y mas horas en el bar, hasta que le toco prescindir de algunas casas para meterle más tiempo al bar como camarera. Se supone que la jornada laboral era de 40 horas semanales, pero hacia más de 40 ya que seguía con la limpieza con casi 50 horas en la semana, por supuesto el pago seguía siendo por las 40 horas, sin ser capaz de ver que toda persona tiene un límite en lo que al rendimiento diario se refiere, pero la necesidad tiene cara de perro.

En este lugar hacia labores propias del puesto, además de tener que aguantar comentarios y acciones desafortunadas por ser extranjera, tenía que lidiar con el baboso de turno. En este lugar estuvo trabajando un año alternándolo con la limpieza. La verdad es que en el principio excepto situaciones; fueron trabajos muy normales y con poca trascendencia, lo mejor vendría a partir de su segundo año de estancia en el país, que para no aburridlos y cansarles la vista continuare con mi relato en la próxima entrada.

Un saludo y que tengas un buen día.




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